domingo, 30 de octubre de 2011

Capítulo 1.

-¿Estás nerviosa? Ya no queda casi nada. -Carlota está hablando con Andrés y Maite.
-¿Nerviosa? Nerviosa es poco.-Le contesta a Maite.
Maite es su mejor amiga, la conoce desde siempre, se lo cuenta todo y son prácticamente hermanas. Maite es bajita, morena y muy guapa. Tiene el pelo rubio y los ojos marrones. Y lo mejor de todo, siempre sabe qué decir para ayudar a su amiga. 
-Bueno, yo no estoy tan nervioso.-Comenta Andrés.
A Andrés también lo conoce desde siempre. Su padre y la madre de Carlota no se llevan demasiado bien y no saben por qué eso hace que su amistad sea más fuerte. Andrés tiene la piel blanquita, es alto con el pelo rubio y los ojos marrones. Y es el chico menos tímido que Carlota jamás ha conocido.
-Es que en tu casi eso es distinto. Eres un chico.-Contesta Maite.
-¿Y eso qué tiene que ver?-Replica él.
-Pues que los chicos no lo vivís de la misma manera que nosotras.-Le contesta Carlota.
-Pues no lo entiendo...
-No, si no esperábamos que lo entendieses.-Ríe maite.
-Eres tú muy graciosa ¿no?
-Ya, es que no lo puedo evitar, me viene de familia.
Los tres amigos ríen.
-¿Le habéis mandado ya la foto a vuestros franceses?-Pregunta Maite.
-Yo sí.-Contesta Andrés.
-Yo también. ¿Tú no?-Pregunta Carlota.
-No.
-¿Y a qué esperas?-Pregunta Andrés.
-Es que me da vergüenza. Tú te vas a casa de una chica Carlo, y tú a la de un chico Andrés. Yo no he podido elegir y me voy a la de un chico y me da mucha vergüenza. ¿Y si piensa: "vaya tía fea"? No quiero ni pensarlo...
Andrés y Carlota se miran perplejos y acto seguido se echan a reír.
-¿Eres tonta Maite? Mándale la foto y déjate de tonterías anda.-Le dice su amiga.
-Enserio me da miedo.¿Y si se la enseña a sus amigos y se empiezan a reír de mi?
-Maite no seas tonta anda. Mándale la foto, que mamá quiere saber quién es y sabes que si no se la mandas tú primero, él no te la va a mandar.
¿He olvidado mencionar que Andrés y Maite son hermanos?¿Hermanos mellizos?Pues lo son. Aunque se lleven todo el día peleando, son uña y carne. Están muy unidos a su padre, sobre todo desde que sucedió aquello... La madre de Andrés y Maite murió cuando ellos tenían ocho años, y eso hizo que se uniesen todavía más. Ninguno entiende por qué su padre y la madre de Carlota se llevan tan mal.
-Está bien, se la mandaré cuando llege a casa.
-Vale, entonces, solucionado el tema, ¿qué peli queréis ver?-Pregunta Carlota.
-17 otra vez, de Zac Efron.-Dice Maite.
-Ya estámos otra vez con el Zac Efron ese de las narices.-Replica Andrés.
Maite y Carlota ríen.
-Venga, sólo esta vez y ya está.-Le pide Carlota.
-Bueno, una y no más-
En ese momento entra la madre de Carlota, Esperanza, aunque todos la llaman Espe. Espe es una mujer más bien blanquita, con el pelo largo y moreno y no demasiado alta. Es muy guapa y simpática, trabaja en casa por lo que siempre está con su hija. Es montadora de tráilers para películas y series. Muchas veces deja que su hija y sus amigos la ayuden, a ellos les encanta. Está divorciada desde hace cinco años y Carlota ve muy poco a su padre. Ella tampoco entiende esa rivalidad que hay entre su madre y Héctor, el padre de Andrés y Maite. Ambos se conocen desde el instituto, y al parecer, por las fotos que han visto los chicos, se llevaban muy bien. Espe entra con una gran sonrisa y saluda a los chicos.
-¡Hola chicos! Que, ¿nerviosos? Ya no queda nada.
-¡Hola!-Dicen todos al unísono.
-La verdad es que no mucho.-Contesta Andrés.
-No le hagas caso Espe, está muy nervioso, aunque no quiere reconocerlo.-Dice Maite.
-Eso no es verdad.-Replica él.
Todos ríen.
-¿Quereis quedaros a cenar?-Pregunta Espe.
-¡Claro!Yo si quiero.-Dice Maite.
-Yo también. Voy a llamar a mi padre para avisarlo.
-No te preocupes. Llamó antes para decir que llegaría tarde esta noche, y le dije que entonces cenábais aquí. ¿No os importa?
-¡Qué va!-Dicen ambos.
-¡Entonces dicho, os quedais aquí!-Dice Carlota.
-Vale, más tarde os aviso para que bajéis.
La madre de Carlota baja las escaleras que dan al pasillo de la gran entrada. La casa de Carlota es enorme. A Maite le encanta, parece una casa de revista. Como esas que se ven en la revista"Casa y campo". Aunque Carlota esté muy unida a su madre y a su hermano, a sí, tiene un hermano, un hermano mayor, se llama Nicolás. Es su alma gemela. Aunque ahora esté fuera estudiando arquitectura su relación no ha cambiado. Como decía, aunque esté muy unida a ellos, Carlota echa en falta la figura paterna. Cuando sus padres se divorciaron, con el tiempo dejó de verlo. Su padre,Jorge, se ha vuelto a casar y tiene un hijo de dos años, Pablo, al que Carlota ve muy poco. La mujer con la que se ha casado su padre, Esther, parece que le absorbe el crebro, no deja que su marido pase tiempo con ella hasta el punto de que pasan los meses y no sabe nada de su padre. Su madre en cambio, no se ha vuelto a casar, ni esta con nadie. Desde entonces Carlota no ha visto a su madre con otro hombre.
Los chicos ven la película y dos horas mas tarde la madre de Carlota los llama para cenar. Cuando están bajando las escaleras, Carlota se encuentra con una agradable sorpresa.
-¡Nicooooooooooooooooooooooooooooooooo!-Grita Carlota.
-¡¡Hola moco!!-Grita su hermano.
Nicolás tiene diecinueve años y está estudiando en Barcelona. Es bastante alto, muy guapo, con la piel clara, los ojos azules y el pelo claro. En la cara se parece a su padre, pero tiene el carácter de su madre. Siempre con la gracia justa en el momento más oportuno. También le encanta leer, como a su madre. Antes de que se marchase, se pasaban horas sentados en el gran porche hablando de libros y leyendo. Nicolás quiere a su hermana por encima de todo y teme que alguien pueda hacerle daño. Con su padre no se habla desde el momento que se fue de casa hace cinco años y eso apena mucho a su madre. Ella no quiere que lo que pasó haga que se separen.
-Pero,¿qué haces aquí?-Pregunta Carlota muy sorprendida, después de haberse habalanzado frenéticamente sobre su hermano.
-¿Qué pasa que te ibas a ir a Francia sin despedirte de mí? Eso no te lo crees ni tú.
-¿Has venido sólo por eso? Si me dijiste que tenías exámenes.-Le dice ella a la par que empieza a llorar.
-¿Ves cuándo te digo que eres un moco? Se te puede engañar con nada.
-Idiota.-Le contesta ella mientras él le da un suave beso en la frente a su hermana.
Los chicos se sientan a la mesa y Josefina, una mujer ya entrada en años, que traba para ellos desde hace diecinueve años, sirve la cena. Unas deliciosas patatas cocidas con un filete de ternera que está para chuparse los dedos.
-¿As hablado con papá?-Le pregunta Carlota muy ilusionada a su madre.Nicolás deja de comer y la mira.
-Sí.
-¿Viene mañana por la noche a despedirme?
-Verás cariño... tiene que trabajar el martes muy temprano por la mañana y no puede venir, dice que tiene una reunión muy importante. 
-Como siempre...-Dice Nicolás en voz muy baja pero no lo bastante como para que su madre no lo oiga. Esta lo mira triste y sigue hablando.
-Dice que lo perdones, que intentará ir a recogerte cuando vengas.
-Ah... bueno... no pasa nada...-Carlota mira hacia abajo con la mirada perdida. Su madre y su hermano se miran preocupados.
-¿Estás bien peque?-Le pregunta él.
-Sí... sí.-Y vuelve a su natural entusiamo.-Lo veré cuando venga.
Nicolás y Espe vuelven a mirarse preocupados. Ya no saben que más hacer. Saben que Carlota no está bien.... Mientras Carlota habla con sus amigos, que han escuchado atentamente la conversación, no menos preocupados que su madre y su hermano, con su ánimo de siempre... o bueno, casi siempre.
Ya es por la mañana. Los chicos están en clase hablando del viaje. Esta noche se irán a Francia, concretamente a Toulouse. Carlota se sienta con varias compañeras para seguir hablando. Maite se acerca a las chicas.
-¿Maite le mandaste la foto?-Le pregunta Carlota en voz baja, pero no tanta como para que una de las compañeras se entere.
-Sí, la mandé anoche.
-¿No le habías mandado la foto a tu francés todavía?-Pregunta Sandra, una de las compañeras.
-Que va, no nos iba el Internet.-Contesta rápidamente Andrés, que aparece por sorpresa y después de guiñarle el ojo a su hermana se va.
Carlota mira a Maite preocupada por su error, esta la mira dándole a entender que no pasa nada.
-¿Y tienes ya la de él?-Pregunta Sandra.
-Sí, la recibí casi al instante.
-¿Y cómo es?
-No está mal la verdad.¿Y el tuyo?
-Pues... no está mal... ¡¿A quién quiero engañar?! Es horrible... bajito, pelirrojo, pecoso y con la piel más blanca que la nieve, es casi transparente...
Todas las amigas ríen.
-Pues el mío no está nada mal, es más, está buenísimo, para que nos vamos a engañar.-Comenta Sofía así como quién no quiere la cosa.-Es alto, con la piel normal, ni blanca ni morena, los ojos azules y rubio.
Sofía es una niña un poco engreída, alta, morena con el pelo negro y bastante fea, y se maquilla tanto que parece artificial. Todas saben que se ha operado la nariz, pero ella dice que no. Es hija única por lo tanto capricho que quiere, capricho que tiene. Su madre parece una imitación mala de la barbie y su padre parece una del ken. Sandra y Sofía son primas, aunque son todo lo contrario... 
-¿Sí? Pues que tengas mucha suerte.-Contesta Carlota.-Que buena falta te hace "guapa".-Comenta en voz bajita para sí misma.
-Gracias, aunque no la necesite.-Contesta ella.
Todas se quedan calladas. Hay veces en las que Sofía es insoportable.
La mañana transcurre de lo más tranquila para todos. A las tres, Carlota se despide de sus amigos hasta la noche. Cuando Carlota llega a casa, su madre y su hermano están sentados en el porche.
-¡Hola!-Dice Carlota nada más llegar.
-Hola cariño.-Le dice su madre.
-Hola moco.-Conesta su hermano.
Carlota le da un beso a cada uno y entra en la casa a dejar sus cosas.Mientras su madre y su hermano continúan con la conversación que tenían antes de que Carlota llegara.
-¿Crees que está mejor?-Pregunta Nicolás a su madre.
-No lo sé. Hay veces que está muy animada y otras que parece un fantasma. Está triste y al rato contenta.Y yo no sé que más hacer. Hablo con tu padre todas las semanas para que venga a verla o que ella vaya a visitarlo pero siempre hay alguna escusa, y en todas aparece el nombre de Esther. Creo que esa mujer no quiere que tu padre pase tiempo con Carlota.
-Yo creo que deberíamos hablar con Carlota.
-No nos dirá nada. Sabes cómo es, es demasiado reservada con ese tipo de cosas.
-Pues entonces no sé que hacer mamá.
-¿Por qué no hablas tú con tu padre? A lo mejor si lo llamas tú...
-No me pidas eso mamá por favor...
-Está bien, está bien, cambiemos de tema, que tu hermana va a volver y no quiero que nos oiga.
Llega Carlota.
-¡Ya estoy aquí!-Dice ella con su efusividad de siempre.
-¿Sabes ya que vas a meter en la maleta?-Le pregunta su madre.
-Que va.
-¿Quieres que vayamos de compras después de comer y después hacemos las maleta juntas?
-¿No tienes que terminar el trailer de esa nueva serie?
-Eso puede esperar, lo terminaré mientras estés fuera.
-Jope yo te quería ayudar.
-La ayudaré yo.-Contesta su hermano para chincarla.
-¡Jope!-Se queja Carlota.
-No le creas. No lo dejaría ni en broma, seguro que me pondría la cabeza mala.-Ríe su madre.
-Jopé mamá.-Su hijo le hace pucheros.
Todos ríen. 
-¿Quieres venir con nosotras esta tarde Nico?-Pregunta su hermana.
-No puedo, he quedado con Gustavo para jugar a la Play en su casa.
-Después no te quejes de que no vas nunca a comprarte ropa ¿eh?-Le dice su hermana riendo. 
-Jope, con lo que me gusta a mí quejarme... yo me quería quejar....-Su hermano hace como que llora y acto seguido todos ríen de nuevo.
-Esperanza, ya está el almuerzo. ¡Ah! Están todos aquí. Mejor así no tengo que buscarlos por la casa.-Ríe Josofina.
-¿Qué hay de comer?-Pregunta Carlota.
-Macarrones con queso.
Josefina es como una más de la familia. Nicolás es como otro de sus hijos, pero hacia Carlota siente un cariño especial, tal vez porque nunca ha tenido hijas y la ha visto creecer. Bueno y hacia Esperanza, siente un cariño y afecto que no tiene límites. Ella la contrató cuando más necesitaba el trabajo y desde el principio la trató como una más. A Jorge nunca lo tragó, no le dio nunca buena espina. ¡Ah! y se me olvidaba decir que Josefina es una de las pocas personas que sabe por qué Espe y Héctor se llevan tan mal.
-¡Qué rico! A mí  échame el doble Jose.-Dice Nicolás.
-¡Serás glotón!-Dice su hermana.
Todos entran en la gran cocina. La mesa está ya puesta. La cocina de Carlota es preciosa, y tan enorme. En tonos marrones. Toda la casa es de estilo rústico. Preciosa. Terminan de comer y Carlota y su madre se preparan para salir. Van a todas las tiendas que les da tiempo. Llegan a casa cargadas de bolsas. Cuando entran en la gran salita, y digo gran porque es muy grande para ser una salita, al igual que resto de la casa, encima de la mesa hay un regalo con una tarjeta que pone "Moco". Carolina abre el regalo corriendo. Cuando termina de quitar el papel de regalo no puede creerlo. Una cámara Réflex. Carolina abre corriendo la nota, en ella pone: Para que traigas unas fotos preciosas de tu gran viaje. Te quiere, Nico.
-¡NICOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!-Grita Carlota.
-No grites, no grites, que estoy en la cocina.
-¡Eres idiota!-Y se abalanza sobre su hermano.
-¿No te gusta?-Le pregunta él algo preocupado.
-¿Eres tonto? ¿Cómo no me va a gustar?
-Ya me habías asustado.
-Por eso no querías venir ¿verdad? Eres idiota.-Le dice su hermana.
-¿Sabrás usarla no? Porque yo quiero ver fotos bonitas de Francia no el suelo de Francia ¿vale?
-Invecil, claro que se usarla.
Su hermano se acerca a ella y le da un suave beso en la frente seguido de una fuerte abrazo. Se alegra mucho de que le haya gustado. Su madre los observa. Los quiere más que a su vida. Se alegra de que tengan esa relación. Lo mismo que ella con su hermana, Rocío, que está viviendo fuera con su marido Juanjo, y sus tres hijos, Candela, Jaime e Inés. La echa tanto de menos...
Los tres suben al cuarto de Carlota para hacer la maleta. La habitación es enorme y preciosa. Está pintada un color salmón muy bonito tiene su propio cuarto de baño, un vestidor inmenso y precioso, un espejo enorme, un balcón grandísimo con muchas plantas y unos cuadros preciosos. Sin duda es una habitación increíble. Josefina trae la maleta y entre los cuatro empiezan a prepararla.
Carlota tiene una ilusión inmensa. Piensa que los nueve días que estar en Francia se le van a pasar en un segundo. Suerte que después los franceses vienen a España. Carlota piensa que será inolvidable. Y no sabe cuanta razón tiene.